jueves, 26 de diciembre de 2013

Es necesario reordenar el tránsito en Rosario



El desarrollo de una ciudad se evidencia no sólo en la cantidad de su población, de su industria o de sus riquezas, sino también en la calidad de vida de su gente. El tránsito es un factor fundamental para mensurar cómo se moviliza esa gente, hacia dónde y hasta con qué fines. Quizás por ello, resulta complejo separar el humor social del flujo automovilístico. Circular por Rosario, se transformó más en un problema que en una situación común, y el centro neurálgico se amplía cada vez más.
Es por ello, que no podemos continuar dilatando el necesario proceso de reordenamiento del tránsito. Encausar el flujo vehicular para que las arterias de la ciudad cumplan con el fin para las que fueron diseñadas, permitir la comunicación de los habitantes de una urbe, y no convertirse en una dificultad al momento del traslado.
Ya en 1966, Julio Cortázar, con su cuento “La autopista del sur”, evidenciaba el hastío que provoca la congestión de una ruta. Allí, los personajes llegan a situaciones límites, aflorando sentimientos oscuros. Quedar atrapado en un embotellamiento, aunque sea por pocos minutos, es una de las situaciones indeseables por las que pasa cualquier automovilista de una gran metrópoli.
Justamente, Rosario se convirtió en los últimos años, en la ciudad cabecera de una región que creció exponencialmente. Recibe por ello, gran cantidad de personas que provienen de otras localidades y arriban para su jornada laboral. Si bien el último censo arroja que no es específicamente Rosario la de mayor crecimiento, esta centralidad determina que haya aumentado el número de gente que se traslada al micro y macro centro rosarino. El secretario de Servicios Públicos de Rosario, Pablo Seghezzo, indicó que unos 300 mil vehículos ingresan diariamente al centro de la ciudad. Un informe del IPEC (Instituto Provincial de Estadísticas y Censos), publicado en septiembre de 2013, indica que el Gran Rosario creció un 237 por ciento en las últimas tres décadas. Siendo Funes, Granadero Baigorria y Roldán, las de mayor expansión. La región entonces, habitada por más de un millón de personas, tiene a Rosario como epicentro de sus actividades.
Del mismo modo, se incrementa el número de patentamientos de autos 0km en la región. Según publicó el sitio Impulso Negocios, en el período 2011/2012 se patentaron 50 mil nuevos vehículos. La proyección de los años posteriores no indicaba una realidad distinta: en el período 2013/2014 se venderían entre 40 y 50 mil autos. En Rosario y Gran Rosario hay actualmente 333 mil autos patentados.
Por esta razón, se producen altos índices de polución en el aire rosarino. La emisión de gases de los caños de escape, edificaciones en altura y la reducción de espacios verdes, junto a factores climáticos como el viento, la lluvia y la temperatura, determinan la calidad del aire. Daniela Mastrángelo, coordinadora técnica de Planificación Ambiental del municipio, indicó que para reducir el impacto ambiental es necesario restringir el uso de automóviles. Es más, los niveles de contaminación son más altos en los sectores donde mayor cantidad de tráfico se produce. Un mapeo de la calidad del aire realizado por la UTN, muestra que la esquina más contaminada de Rosario es la de Sarmiento y San Lorenzo. Por esta última, circulan 15 líneas de colectivos, tras la implementación de los carriles exclusivos.
Precisamente, los expertos señalan que la manera de reducir el ingreso de automóviles particulares al centro, es mejorando el servicio de transporte público. Si bien, en los últimos años, el Ejecutivo tomó medidas que tienden a hacer más eficiente la movilidad a través de ómnibus, aún queda mucho por corregir. La doctora en Economía Marina Marsili, autora del libro “Transporte público en la gestión estatal, el caso de la Semtur en Rosario”, explicó que el parque automotor creciente, calles angostas creadas para otro tipo de ciudad y un transporte público muy deficitario, son las claves de la situación del tránsito en Rosario. La doctora Marsili señaló que la peor característica del transporte urbano es la frecuencia. Aseguró además, que para disuadir el uso del auto particular hay que intensificar el sistema de carriles exclusivos, mejorar la frecuencia del transporte público y desalentar la posibilidad de estacionar en el microcentro.
Sin embargo, pese a que el parking no es un escollo para los automovilistas, por su tarifa y permisividad, resulta complicado hallar lugar para estacionar. No son precisamente las políticas públicas las que interfieren entonces en este ítem. El bajo valor del ticket del estacionamiento medido y de las multas por infringir esa norma, invitan a ingresar a la zona núcleo. Pero, al haber pocos lugares donde aparcar, ya sea en la vía pública como en cocheras, los automovilistas deben recorrer las calles en procura de un espacio donde hacerlo. Lo que entorpece y engrosa aún más el tránsito.
Además, no es un dato menor destacar la presencia de obstrucciones físicas que presentan las arterias rosarinas. Algunos son los denominados corralitos, que indican las zonas donde realiza trabajos la empresa proveedora de agua. Otros, los continuos piquetes que se realizan ante cada protesta. También, las obras que efectúa la municipalidad, principalmente de repavimentación. Estos y algunos más, incluyendo la falta de señalización o distribución por parte de agentes municipales para morigerar los efectos de lo detallado, provocan un caos permanente en el tránsito local.
Asimismo, es importante remarcar que existen contradicciones en las medidas aplicadas por los gobiernos municipales. No hay coherencia en las políticas públicas. No se debate seriamente sobre la ciudad que se quiere tener.
Por todo esto, para que una de las metrópolis más importantes del país continúe avanzando, y que la calidad de vida de los rosarinos no se vea afectada por el uso del automóvil, es absolutamente necesario reordenar la forma de traslado de los habitantes de esta ciudad y de la región.

Informe Hipermedial - Es necesario reordenar el tránsito en Rosario



Quizás la investigación comienza desde el momento mismo en que me senté frente a un volante. Entonces, estaba seguro que yo podría dominar la máquina, pero me atemorizaba lo que pudieran hacer los demás conductores. Sentía que la imprudencia, la intolerancia, la falta de respeto y la violencia de los que protagonizan el tránsito rosarino serían el reflejo de la sociedad argentina toda. Me equivoqué por muy poco. Era así, sólo que yo también formaba parte de esa sociedad altamente inestable, esquizofrénica y poco inteligente.
Desde que obtuve el carnet de conducir y pasé a formar parte de la fauna rodante de Rosario, comencé a forjar mis tensiones al volante. La falta de estacionamiento, las dobles filas, los congestionamientos, el derroche de bocinas y otros percances cotidianos, hicieron del manejo de mi auto un asunto cada vez más stressante. Quizás por ello elegí el tema para el Trabajo Práctico Final de Redacción, como catarsis, como un intento de comprender mi estado nervioso al bajar del coche.
Apenas elegida la temática a desarrollar, la municipalidad anuncia que próximamente comenzará con un plan de obras destinadas a un reordenamiento urbano. El proyecto incluye nuevos espacios de circulación, extensión de peatonales y carriles exclusivos, entre otras medidas. El mismo municipio reconoce con esto, que algo hay que hacer para mejorar la movilidad y distribución del tránsito.
Además, este año se aprobó la creación de seis cocheras subterráneas. Se construirán en el Cemar, parque Sunchales, en el entorno de la plaza del Foro, avenida Pellegrini y Corrientes, plaza Libertad y en la Estación Rosario Central. Esto, lejos está de revertir el ingreso de coches al macrocentro.
A medida que pasan los días, siento que el tema se agiganta. Las noticias se suceden y comienzo a pensar que lo más dificultoso será filtrar adecuadamente todos los datos que van surgiendo. La sensación surge cuando en el Concejo aprueban la creación de seis cocheras subterráneas. Paralelamente, ratifico mi teoría que se emite un mensaje contradictorio, por un lado impulsan medidas para encausar el tráfico, pero por otro, toman medidas que aumentan el caos vehicular. Las cocheras se construirán en el Cemar, parque Sunchales, en el entorno de la plaza del Foro, avenida Pellegrini y Corrientes, en la Estación Rosario Central y en plaza Libertad.
Y en esta última, recae principalmente mi atención. El 30 de noviembre, me mudo a dos cuadras de esta plaza. Y comienzo sufrir el problema en carne propia. Fue toda una investigación paralela encontrar un estacionamiento, cochera o garaje para guardar mi auto. Una vez más, mi conciencia ciudadana se traba en lucha con mi necesidad diaria. No está bueno que promuevan la llegada de los autos al macrocentro, pero yo necesito un lugar para dejar el mío.
En tanto, desde el Concejo añaden capítulos a mi intención de abordar el tema. Una de las últimas discusiones del año es la tarifa del boleto. Una vez más, los concejales evitan una discusión profunda y termina siendo desviado el tema, para ser sólo el detonador de contiendas político partidarias dentro del recinto.
Aunque, recordé una propuesta de Germinal Terrakius, eterno candidato al sillón de Culaciatti. El personaje creado por el actor Miguel Franchi, esgrimía como una de sus propuestas en campaña, planear una sola calle espiralada. Con ello se evitarían los embotellamientos, choques y resultaría muy fácil ubicar cualquier domicilio.



Otro video que vino a mi memoria es el de la gran entrevista a Julio Cortázar, contando entretelones del surgimiento de su cuento La autopista del sur. La realizaron en un mítico programa de la TV Española y lo repiten cada tanto en Canal encuentro.
En cuanto a las entrevistas, consideraba necesario realizar 2. Sin embargo, la burocracia municipal se hizo presente incluso en mi intención. Hace un tiempo encontré a un viejo amigo de los picados de fútbol, a los que ya no asisto y por ello hacía mucho que no veía. Me contó que estaba trabajando con Clara García en la Agencia de Seguridad Municipal y que él me agilizaba el contacto. Pero, a poco de comenzar a concretar las notas, hubo cambios en el gabinete de Mónica Fein y la funcionaria en cuestión fue puesta en otras funciones. De todas maneras, continué con la idea de hablar con García sobre el tema, pero se negó por ya no pertenecer a la secretaría correspondiente a la investigación. Por ello intenté que me diera una entrevista quien ahora tiene bajo su órbita el tránsito, Pablo Seghezzo, secretario de Control y Convivencia Ciudadana de Rosario. Tan complicado es el título de su cartera, como lograr que acceda a la entrevista. Tras varias postergaciones, decidí que los funcionarios públicos que aparezcan en el informe, lo hagan a través de sus acciones o declaraciones en los medios.
Distinto fue el caso de la nota con la doctora Marina Marsili, quien aunque también es funcionaria, ya que es Fiscal del Tribunal de Cuentas Municipal, tuvo absoluta predisposición para charlar sobre el tema. En uno de los días con mayor temperatura pautamos la nota en el mismo Tribunal, en calle Maipú al 1500. Justamente, es una de las calles en las que funciona el carril exclusivo. Hago notar el detalle, porque me resultó curioso cómo tras destacar las bondades de esa medida con la doctora, pude cruzar Maipú en horario pico con tanta tranquilidad, que el asfalto caliente se pegaba a la suela de mis zapatillas. Quizás, es cierto que de a poco, los automóviles particulares se van alejando de las arterias con carriles para el transporte público.
Al día siguiente de esto, llego a sentirme muy avergonzado por integrar la fauna rodante rosarina. Voy a retirar a mi hija al jardín y dejo mi auto en doble fila, detrás de los de los otros padres, entorpeciendo el flujo de tránsito en horario pico. Ahí, comprendo que si quiero que algo cambie colectivamente, debo hacerlo primero en lo individual.


Links tomados como fuente de información:



Página Movilidad Rosario: http://www.movilidadrosario.gov.ar/
 

 





Contradicciones municipales



Los gobiernos municipales de los últimos años, tanto ejecutivo como legislativo, muestran contradicciones en cuanto a políticas referentes al tránsito. Mientras que se aplican medidas que muestran una intención de reordenar el tránsito y cierta protección del medio ambiente, también existen normas que van en un sentido contrario.
A favor del Ejecutivo, se puede indicar que se fomenta la vida sana y al aire libre, con la implementación de las bicisendas y con la denominada Calle recreativa.
Además, una apuesta fuerte fue el comienzo de los carriles exclusivos para el transporte público.
En tanto, en un intento de aprovechar el uso de información a través de internet, el municipio lanzó el sitio movilidadrosario.gob.ar, donde a través del Centro de Monitoreo, se informa en tiempo real las obstrucciones que pueden presentarse en el tránsito. Otro ejemplo es el del sistema Cuándo llega, con el que a través de un mensaje de texto o una aplicación para celulares, se conoce la hora de arribo de los colectivos a una parada determinada.
Paralelamente, la municipalidad anunció que próximamente comenzará con un plan de obras destinadas a un reordenamiento urbano. El proyecto incluye nuevos espacios de circulación, extensión de peatonales y carriles exclusivos, entre otras medidas.
Sin embargo, como se señaló anteriormente, existen puntos que van en un sentido opuesto. No se desalienta el uso del automóvil particular, ni se brinda un servicio de transporte público atractivo. Es más, la única discusión referida al tema, se vincula con la tarifa del boleto.
También, este año se aprobó en el Concejo la creación de seis cocheras subterráneas, con lo que lejos se está de revertir el ingreso de coches al macrocentro. En el mismo sentido, el permiso de estacionar en amplias zonas del micro y macro centro, con sólo abonar un ticket, va en el mismo sentido. Incluso, la multa que debe abonarse por infringir esta norma es mínima.
Por último, no es menor indicar que existe un cuerpo de agentes de tránsito que resulta insuficiente para la cantidad de vehículos que se movilizan por la ciudad. Si bien se incorporaron inspectores en el último tiempo, parece que cada medida que se toma no alcanza a cubrir las necesidades que crecen cada día.

Análisis del Transporte Urbano de Rosario



La doctora en Economía Marina Marsili es autora del libro Transporte público en la gestión estatal, el caso de la Semtur en Rosario. En él, se analiza el funcionamiento del sistema de transporte utilizado en nuestra ciudad.
La doctora Marsili indica que la problemática de Rosario, es común a toda Latinoamérica. El punto principal es la elección del auto particular por sobre lo colectivo. En Rosario además, se denota un gran crecimiento del parque automotor, calles muy angostas y un Transporte Urbano de Pasajeros muy deficitario.



Marsili remarca además, que la peor deficiencia que posee el transporte público en Rosario, es la frecuencia de los colectivos. Cuando en 2001 se estableció que debía ser de 6 minutos, 7 años después, ese tiempo se prolongó hasta los 15. En algunos casos, se extiende a 25 minutos en horarios pico. Sumado a esto, se extendieron los recorridos, por lo que una línea que antes tardaba 1 hora desde su inicio hasta el fin, ahora puede llegar a tener que hacerlo en 2 horas.




Para revertir la situación, la doctora propone disuadir el uso del vehículo particular. Para ello, debe existir un transporte público acorde a las necesidades de la ciudad. Marsili afirma que los 3 ejes sobre los que se debe discutir son: restricciones al estacionamiento privado, la extensión de los carriles exclusivos y mejorar la frecuencia de los colectivos.




En Latinoamérica, el sistema que rindió en mayor medida es el de Curitiba, en Brasil. De allí se adoptaron varias medidas para aplicar en Rosario. La autora del libro, afirma que allí se comenzó a pensar en el transporte como elemento de movilidad y no como un simple traslado de personas. Sin embargo, asegura que en Curitiba también se encontraron con la preferencia del uso del auto particular.




Evidentemente, muchos son los puntos a discutir, pero debe haber voluntad. Planificar una ciudad para el futuro, considerando el crecimiento de Rosario como región y no como una simple ciudad.